1. Eliminación del exceso de resina
Una vez completado el proceso con la resina, es importante retirar cualquier residuo de material de los moldes. Para hacerlo, se recomienda utilizar una espátula u otra herramienta similar para eliminar con cuidado el exceso de resina. Esta operación facilitará las siguientes etapas de limpieza.↵
2. Limpieza con alcohol isopropílico
Después de retirar la mayor parte de la resina de los moldes, se aconseja realizar una limpieza más exhaustiva utilizando alcohol isopropílico. Este tipo de alcohol es efectivo para eliminar residuos de resina y grasa, garantizando una limpieza profunda de los moldes. Aplicar el alcohol isopropílico con un paño limpio y seco, asegurándose de cubrir todas las superficies.↵
3. Lavado con agua y jabón
Una vez completada la limpieza con alcohol isopropílico, se recomienda lavar los moldes con agua tibia y jabón neutro. Este paso ayudará a eliminar cualquier residuo de alcohol y asegurará una limpieza completa de los moldes. Después del lavado, es importante secar bien los moldes con un paño seco antes de guardarlos.↵
4. Almacenamiento adecuado de los moldes
Para mantener los moldes en buen estado y listos para su uso, es fundamental almacenarlos correctamente. Se recomienda guardarlos en un lugar seco y protegido de la luz solar directa, evitando temperaturas extremas. De esta manera, los moldes conservarán su forma y estarán listos para ser reutilizados en futuros procesos.↵