Hay algo profundamente especial en crear una vela desde cero. Tal vez sea el aroma que empieza a llenar el aire cuando la cera se derrite lentamente, o la sensación de transformar un material simple en un objeto lleno de luz y significado.
Hacer velas con cera natural no es solo una manualidad: es un pequeño ritual creativo que combina técnica, paciencia y mucho mimo.
Si alguna vez has querido probar o mejorar tu técnica, este paso a paso te acompañará desde el primer derretido hasta los detalles decorativos finales.
1. Elige la cera adecuada
Antes de comenzar, elige qué tipo de cera natural vas a utilizar.
Cada una tiene su encanto:
- Cera de soja: vegetal, limpia y perfecta para principiantes. Fundente a baja temperatura y combina bien con aromas y colorantes suaves.
- Cera de abejas: tradicional y con un aroma dulce natural. Ideal para velas sin fragancia añadida o con acabado rústico.
- Cera de coco o mezclas vegetales: ofrecen una textura cremosa, un acabado liso y una excelente retención del aroma.
Para empezar, calcula la cantidad necesaria: una vela mediana (de unos 200 ml) requiere aproximadamente 170–180 g de cera.
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2. Prepara el espacio y los materiales
Antes de encender el fuego, prepara tu zona de trabajo. Ten a mano:
- Un recipiente para derretir (preferiblemente una jarra metálica o de vidrio resistente).
- Una olla con agua para crear un baño maría.
- Mechas (de algodón o madera, según el tipo de vela).
- Termómetro para controlar la temperatura.
- Moldes o recipientes (pueden ser de vidrio, cerámica o silicona).
- Fragancias y colorantes naturales, si quieres personalizar tus velas.
Un entorno organizado te ahorrará errores y desperdicios, y te permitirá disfrutar más del proceso.
3. Derrite la cera con cuidado
Coloca la cera troceada en tu recipiente y ponlo sobre el baño maría a fuego medio.
Remueve suavemente con una espátula o varilla de madera.
Evita calentarla en exceso: las ceras naturales se funden entre 65 °C y 85 °C, dependiendo del tipo.
Cuando la cera esté completamente líquida y homogénea, retírala del fuego y deja que baje unos grados antes de añadir el aroma o el color.
Si incorporas los aditivos mientras la cera está demasiado caliente, pueden evaporarse o alterar el acabado.
4. Añade fragancia y color
Este es el momento de dar personalidad a tu vela.
Puedes usar aceites esenciales naturales (como lavanda, cítricos o canela) o fragancias específicas para velas.
La proporción ideal suele ser entre el 6 % y el 10 % del peso de la cera, pero puedes ajustarlo según la intensidad que busques.
Para el color, utiliza pigmentos o tintes especiales para cera, mezclando hasta conseguir el tono deseado.
Los tonos pastel funcionan muy bien con la cera de soja, mientras que la cera de abejas realza los matices cálidos y dorados.
5. Coloca la mecha y vierte la cera
Centra la mecha en el molde o recipiente y fíjala con un soporte o pinza para que no se mueva.
Vierte la cera lentamente, evitando generar burbujas.
Un truco útil: deja un pequeño margen (unos 0,5 cm) hasta el borde del recipiente.
Así evitarás que rebose al solidificar y tendrás espacio para los retoques finales.
Deja reposar la vela sin moverla durante al menos 24 horas para que se enfríe y solidifique de manera uniforme.
6. Decora con estilo y creatividad
Una vez que la vela esté completamente fría, llega la parte más divertida: decorarla.
Puedes darle un toque natural y elegante de muchas formas:
- Flores secas o pétalos: colócalos en la superficie justo antes de que la cera se endurezca del todo.
- Cortezas, especias o frutas secas: aportan textura y aroma visual.
- Pigmentos metálicos o mica: para un brillo sutil y moderno.
- Cordeles, etiquetas o tapas de madera: si quieres darle un acabado artesanal ideal para regalar.
Recuerda no sobrecargar la superficie si planeas encender la vela: los elementos decorativos deben mantenerse lejos de la llama.
7. Cuida los detalles finales
Recorta la mecha a unos 5 mm de altura antes de encenderla por primera vez.
Si la vela presenta una ligera depresión en el centro (algo muy común), puedes calentar suavemente la superficie con un secador o añadir una fina capa de cera para igualarla.
Déjala reposar al menos 48 horas antes de usarla o regalarla, para que la cera y la fragancia se asienten correctamente.
Crear luz con tus manos
Hacer velas con cera natural es más que una manualidad: es una experiencia sensorial.
Combina aromas, colores y formas, experimenta con distintos recipientes y deja que cada vela refleje un pedacito de tu estilo.
No hay dos velas iguales, y eso es precisamente lo que las hace tan especiales.
Cuando enciendas una de tus creaciones y veas la llama danzar, sabrás que no solo hiciste una vela: creaste un momento de calma con tus propias manos.
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